Publico El hombre que escribía los cuentos más tristes

El hombre que escribia los cuentos mas tristesAnuncio con gran ilusión que en estos días se pone a la venta mi segundo libro, que lleva el título de El hombre que escribía los cuentos más tristes y otros ensayos literarios y que publica la misma y admirable editorial, la malagueña Algorfa. Se trata de una selección de artículos que han visto la luz en este blog llamado La mano del extranjero, cuyo contenido versa exclusivamente sobre libros y autores que han marcado mi vida. Todos ellos convenientemente revisados y corregidos y en algún caso reescritos. Dejo esta vez a un lado el cine y el cómic, y las relaciones de ambos con la literatura, a los que ya dediqué mi anterior libro Edad Media soñada, pero los principios que rigen su elaboración y selección son los mismos.

La selección es variada. Por supuesto, están aquellos autores que me acompañan desde mis primeros pasos como lector (Julio Verne, Robert Louis Stevenson, Arthur Conan Doyle, en este caso con su emblemático personaje Sherlock Holmes) pero tampoco aquellos a los que descubrí en el momento en que me creí ya un lector «adulto» y busqué escritores calificados como más complejos, del tenor de Kafka, Henry James, Dostoyevski o Elias Canetti. Por supuesto, y aunque tardé años en apreciarlo, el tiempo me ha enseñado a reconocer que hay muchas formas de complejidad y que tal vez la más inquietante sea aquella que se presenta bajo el disfraz de lo diáfano: es por ello que Peter Pan o Alicia en el país de las maravillas siempre figurarán entre las lecturas que no dejo de frecuentar. Y no hablemos del hombre al que se refiere el título de este libro, el danés Hans Christian Andersen, ese niño grande que creía escribir para niños pero que no pudo dejar de ser un adulto que enmascaró sus miedos adultos bajo la máscara de lo infantil. Seguir leyendo

Publicado en Uncategorized | Etiquetado , , , | 6 comentarios

El ruedo ibérico: deslumbrante Valle-Inclán

Valle-Inclan, por Juan de EchevarriaEs probable que el de Ramón del Valle-Inclán sea hoy tan solo un nombre que figura en los manuales de Literatura cuando hay que hablar de la Generación del 98. Como mucho, supongo que se sigue conociendo Luces de bohemia, porque el concepto de «esperpento» aún se estudia en Bachillerato (aunque es absurdo que ya no se haga leyendo la obra que mejor lo expresa). Por lo demás, salvo para los especialistas es ante todo un icono, la fotografía añeja de una figura extravagante con barbas de chivo. Aparte de la genial obra de teatro, a la que es conveniente volver de cuando en cuando, mi conocimiento de Valle se limita (por el momento) a dos novelas, separadas por veinte años, y tan diferentes entre sí que pasar de una a otra es dar un salto mortal sin red. Dos novelas que no son pocas páginas, pues cada una está formada por varias. La primera por cuatro, las Sonatas: cuatro nouvelles cuya lectura seguida me ha resultado deliciosa (con excepción de la cuarta, la Sonata de invierno, que me ha parecido algo redundante). La segunda, El ruedo ibérico, por tres, la última de ellas inacabada. La lectura de esta última me ha dejado en verdad anonadado, pues no esperaba encontrar semejante maravilla. Se trata de una escenificación, bajo el familiar signo del esperpento o, lo que es lo mismo, de la crónica grotesca, del último año del reinado de Isabel II. Valle se documentó a fondo para dar un suelo firme a unos personajes, en su mayor parte reales, a los que luego aplicaría su muy particular mirada disolvente. Como profesor de Historia, la recreación me parece espléndida (y absolutamente complementaria, en otro sentido literario, de la obra magna de Galdós, los Episodios Nacionales, que inevitablemente Valle tuvo en el horizonte al redactar su obra). Ahora bien, como amante de la literatura, me he encontrado ante una de las mejores novelas jamás escrita en español, un prodigio desde cualquier punto de vista desde el que la contemplemos: la estructura, el ritmo, la narración, el uso del lenguaje, el perfil psicológico de los personajes, la brillantez de los diálogos y las descripciones. En prosa, se suele citar Tirano Banderas (sospecho que incluso los que no se la han leído) como la mejor obra del escritor. Yo que todavía no la he leído solamente puedo decir: ¿cómo será de magnífica si supera este Ruedo ibérico? Seguir leyendo

Publicado en Literatura española | Etiquetado , , , , , | 2 comentarios

En Café Montaigne: Y entonces llegó Shane…

Alan Ladd es Shane

En Café Montaigne: Y entonces llegó Shane…

El pistolero más rápido a este lado del Mississippi, el pionero que recorre las inmensas llanuras del país buscando una nueva vida en el lejano Oeste, el sheriff que no duda en imponer la justicia aun cuando los facinerosos sean muy superiores en número, el oficial del Séptimo de Caballería que se sabe el último baluarte ante la civilización, el veterano explorador que es el precario vínculo entre el hombre blanco y el indio destinados a enfrentarse… Todos estos son personajes emblemáticos del western que los aficionados reconocemos al instante. Pero desde mi infancia mi favorito es el west man de incierto pasado (pero que se intuye turbio por su dominio del revólver) que llega quién sabe de dónde a un lugar donde se necesita a un justiciero y que, después de arreglar el asunto, se marcha por donde ha venido pues intuye que en el mundo civilizado no hay sitio para gente como él. El personaje emblemático de este prototipo porta un nombre cuya sonoridad siempre me fascinó, Shane, protagonista de una película cuyo título lo porta pero que en España recibió un rebautizo igualmente espléndido, Raíces profundas. El film es de 1953 y su protagonista, el rubio Alan Ladd. Más de treinta años después, Clint Eastwood reformuló la historia (sin acreditar la fuente de inspiración, pero siendo evidente) y dio lugar así a la primera de sus películas que mereció el respeto de la crítica, El jinete pálido (1985). Las dos son excelentes, pero es que también lo es el relato de donde extraída la historia, escrito por Jack Schaefer, uno de estos nombres injustamente desconocidos por quienes nos llamamos amantes del western y hemos creído media vida que nuestras películas favoritas fueron obra exclusiva del talento de sus directores, guionistas y actores. En el artículo que publico en Café Montaigne vuelvo al personaje en sus tres variantes, a cuál mejor: la del libro, la del clásico de 1953 y la de la revisión de 1985.

Publicado en Café Montaigne | Etiquetado , , , , | 8 comentarios

En Café Montaigne, una reseña de Edad Media soñada

Edad Media soñada (portada)Mi amigo y compañero de instituto durante tantos años Rafael Guardiola acaba de publicar una reseña sobre mi libro Edad Media soñada en la excelente página web Café Montaigne, en la que ambos colaboramos desde hace años. Hombre de formación puramente renacentista, aunque él se haya centrado profesionalmente en la filosofía —actualmente es Presidente de la Asociación Andaluza de Filosofía (AAFi), además de Coordinador de la Olimpiada Filosófica de Andalucía (OFA)—, traductor, ensayista, poeta, ilustrador y, sobre todo, hombre dotado de un sentido del humor repleto de inteligente ironía, Rafael es la persona que, después de muchos años de animarme a que intentara publicar mis escritos, acabó orientándome en la dirección precisa, es decir, la estupenda editorial Algorfa. Por tanto, él es el segundo «culpable» de que mi libro exista. Dejando de lado la osadía de incluir mi nombre en el mismo renglón que señeras figuras del pensamiento, creo que su artículo puede servir de valiosa orientación a aquellos a los que pueda interesar el tema recogido en el libro (un paseo por muchas de las ficciones de la literatura, el cine y el cómic con ubicación en la Edad Media) por su exposición minuciosa de sus distintos capítulos y su referencia a muchas de las obras que se comentan en él. El libro se encuentra en Amazon y en la página web de la editorial Algorfa, que hizo una preciosa edición, como puede comprobarse ante la elegante portada. La ilustración es un fragmento del cuadro de Edward Burne-Jones El último sueño del rey Arturo en Avalon (1898).

En Café Montaigne: Edad Media soñada

Publicado en Edad Media soñada | Etiquetado , | Deja un comentario

Dune o el mesías que llegó al desierto

Cartel de Dune, parte dosUn planeta-desierto de sonoro nombre, Arrakis, en el que el agua es tan valiosa que sus habitantes ni siquiera lloran a sus muertos porque malgastar lágrimas supone un intolerable dispendio de la más exigua riqueza del mundo. Una extraña especia, llamada melange, que permite el vuelo interestelar, por lo que convierte la posesión del planeta en objeto de especial codicia. Unos enormes y voraces gusanos que viven bajo la arena y a los que estimula el menor sonido que se propague a través de las dunas. Un pueblo indígena, los Fremen (término surgido de la conjunción evidente de Free Men, los ‘hombres libres’), que se resiste al dominio de los poderosos clanes foráneos a los que el emperador ha entregado su planeta y que, a su vez, se enfrentarán mortalmente por este, los Atreides y los Harkonnen. Y un conjunto de profecías difundidas entre los Fremen que cifra no solo su triunfo sino el florecimiento de la vida en Arrakis cuando aparezca un misterioso mesías venido del exterior y al que marcarán determinados signos reservados solo al Elegido. Con estos elementos narrativos y situacionales, muy propio del subgénero de la ciencia ficción conocido como soap opera, el escritor estadounidense Frank Herbert (1920-1986) dio a la imprenta en 1965 un libro, Dune, que no tardaría en convertirse no solo en una de las obras de referencia del género sino en una de las pocas que consiguió escapar del ghetto de lectores y críticos especializados. Buena prueba de ello, como siempre, ha sido la atención que el cine le ha prestado. En los años setenta no llegó a buen puerto una adaptación puesta en manos de nombres importantes dentro del arte popular cuya cabeza visible era el mexicano Alejandro Jodorowsky. En los ochenta, el entonces joven director David Lynch fue puesto al frente de una superproducción estrenada en 1984, que constituyó un enorme fracaso comercial. Y muy recientemente, Hollywood ha vuelto a prestarle atención, confiando al director Denis Villeneuve la nueva puesta de largo del empeño, dividido en dos partes estrenadas en 2021 y en el presente 2024, ahora con gran éxito. Seguir leyendo

Publicado en Ciencia-ficción | Etiquetado , , , , , | 2 comentarios

En Kalewche, artículo sobre Edad Media soñada

Edad Media sonada, una aproximacion

Federico Mare, co-director (junto con Ariel Petruccelli) del semanario digital Kalewche y de la revista en PDF Corsario Rojo, publica en la primera de estas dos cabeceras una crítica sobre mi libro Edad Media soñada. La imagen del medievo en la ficción (Algorfa, 2020). Se trata en realidad de un avance de una reseña más extensa que aparecerá próximamente en la mencionada Corsario Rojo. Sin embargo, por el espacio que le dedica y por la densidad de sus reflexiones, puede leerse como un artículo con personalidad propia que no necesita de un apoyo mayor para leerlo. Sintetizando mucho (lo importante es ir al enlace y disfrutarlo), el autor desarrolla una muy compartible tesis sobre el equilibrio entre lo objetivo y lo subjetivo cuando el objeto de un libro es una devoción surgida en días lectores (y cinéfilos) más inocentes, que se ha mantenido en el tiempo con la lógica evolución (repetiré siempre que uno nunca es el mismo lector-espectador que fue mucho tiempo atrás). Por supuesto, reitero mi profundo agradecimiento por los parabienes que me dedica, y le agradezco la forma en que su análisis me ayuda (no es fatua pretenciosidad lo que digo) a verbalizar ideas y formas de comprender la ficción que creo que intento expresar a través de los escritos que componen este blog, el libro objeto de reseña y aquellos otros que espero poder publicar pronto. En particular, me encanta que el fragmento de Edad Media soñada que extiende a modo de ejemplo sea el que dedico al maravilloso film de Disney La bella durmiente (1959), a propósito de sus elementos medievalizantes y el genial personaje de la bruja Maléfica, convertida en el más fabuloso dragón del cine en la conclusión de la película. Mil gracias por todo, Federico.

https://kalewche.com/edad-media-sonada-una-aproximacion/

Publicado en Edad Media soñada | Etiquetado , , | 2 comentarios

Veinticinco películas que adoro

Vertigo de Hitchcock, una de las peliculas de mi vida

Las mejores 25 películas de la Historia en Cinema de perra gorda

Mi amigo Juan Carlos Vizcaíno cumple este 2024 los veinte años de su magnífico blog Cinema de perra gorda. Son muchos los años que este espacio me acompaña, descubriéndome infinidad de películas (Juan Carlos siente especial deleite en fijarse en aquellas propuestas que las historias del cine apenas recogen, cuando no ignoran directamente, y que esconden múltiples joyas) y ayudándome a valorar otras cuyo conocimiento ya compartíamos. Para rendir al evento la importancia que merece, nos ha solicitado a amigos y seguidores una lista de veinticinco películas a las que demos una importancia eminente de entre todas las que nos gustan. Como a mí este tipo de recuentos, más lúdicos que «científicos», me encantan, me he sumado con entusiasmo a la propuesta. En el enlace que encabeza estas líneas va mi lista tal cual, pero en este artículo he querido darme el placer de por qué he escogido estas (podían haber sido otras, cierto, pero algunas de ellas siempre las incluyo cuando me piden algo similar: es decir, es una lista trascendente que incluye una sub-lista contingente). Señalo, por ello, que no son tanto las mejores películas como aquellas que para mí son fundamentales. Cada una de ellas la he visto más de una vez (alguna, muchísimas veces), y siguen teniendo la virtud de darme el mismo placer a la vez que me hacen fijarme en algo nuevo cada vez (y no es pretenciosidad, aunque tal vez también lo sea). Seguir leyendo

Publicado en Miscelánea de cine, Películas míticas de Hollywood | Etiquetado , | 4 comentarios

Han raptado a Bunny Lake, pero… ¿existe Bunny?

Rescato, convenientemente revisado y corregido, el artículo dedicado tiempo atrás a esta magnífica película que desde los veinte años figura entre mis imprescindibles de todos los tiempos.

1965 El rapto de Bunny Lake (esp) (rep 1990)Al cartel que figura junto a estas líneas debo mi descubrimiento de la memorable película que es El rapto de Bunny Lake (1965), de la que, a pesar de venir firmada por el gran Otto Preminger, nada sabía de antemano. Un cartel lleno de elementos inquietantes —la imagen de la pareja compuesta por una joven que parece cantar una nana al muchacho que acuna sobre su regazo, la mirada cuestionadora del hombre maduro que los observa, la silueta recortada del muñeco infantil— que transmite un indefinible sentimiento de zozobra que termina por completar el memorable lema: Bunny ha desaparecido… pero ¿existe Bunny? Como ya nos advierte este, la película parte de un sugerente argumento —la investigación de la desaparición de una niña se convierte de pronto en la investigación sobre si esa niña existe de verdad—, que se traba bajo el lógico formato del thriller de suspense pero que acaba conduciéndonos a un terreno cinematográfico por el que siempre he sentido especial predilección. Esto es, la obra que cuestiona, sin necesidad de recurrir a argumentos fantásticos, la supuesta consistencia de eso que llamamos «realidad». La obra que defiende que esta sólida capa que nos proporciona el firme punto de apoyo para enfrentarnos al mundo, en el fondo es de lo más quebradiza, puesto que depende del punto de vista o de la convicción con que los demás (no basta con uno mismo) la admitan. Y cuando esa capa se rompe es para dejarnos al borde de un abismo que, contra lo que dijo Nietzsche, ni siquiera nos mira, al que ni siquiera le importa la rapidez con que podemos caer por él y ser olvidados como si nunca hubiéramos importado a nadie. El miedo a no ser, el miedo a dejar de ser: de ellos se alimentan las peores pesadillas. Y El rapto de Bunny Lake es justo eso: una pesadilla que no se limita a sucederle a unos personajes, sino que se empeña en perturbarnos a nosotros mismos, los espectadores que creemos estar asistiendo a una mera intriga policiaca. Seguir leyendo

Publicado en Raras y singulares | Etiquetado , , , | 2 comentarios

Diane, estoy en Twin Peaks

La mitica cabecera de Twin Peaks, solo falta Badalamenti

Desde hace años se dice con profusión que las series de televisión son el mejor cine de hoy. No lo he comprobado personalmente. Con excepción de aquellas concebidas para una sola temporada, o con pocos episodios por cada una de ellas (Sherlock, True Detective, WandaVision), no veo series. No es ningún prejuicio ni ningún gesto de elitismo cinéfilo. Sencillamente, no me apetece seguir ficciones que se extienden por muchas temporadas cuando, en el mismo espacio de tiempo, puedo conocer un buen puñado de historias diferentes (y aquí reconozco que si padezco cierta obsesión por conocer todo el cine, no me pasa lo mismo con el medio televisivo). Por otra parte, mi experiencia (hubo un tiempo en que fui muy catódico, sí) me advierte de que la ficción televisiva provoca una adicción que acaba resultando nociva, como todas las adicciones: cuando uno coge cariño a unos personajes, pierde el sentido de la perspectiva y aun cuando tarde o temprano las temporadas comienzan a descender en calidad, uno se aferra a ese cariño y a la ilusión de que se recuperará el nivel original, cosa que nunca sucede. El ejemplo emblemático para mí es Twin Peaks. Pocas series me han producido más impacto en mi vida como esta en su primera temporada: la fascinación de ese espacio que unía el siempre turbio aroma de la América Profunda con el horror atávico a lo Algernon Blackwood que despiertan los bosques que parecen existir desde siempre; la atracción de una galería de personajes encabezada por un atildado representante de la ley que le habla a una grabadora (dirigiéndose a una «Diane», supuesta secretaria a quien nunca llegaremos a ver); o esos toques delirantes un tanto góticos (una mujer que nunca se separa del tronco que acuna en sus brazos; una tuerta con parche obsesionada con patentar unos rieles de cortina que no hagan el menor ruido…); todo ello, en fin, más una música obsesivamente atmosférica que imponía su diapasón desde unos títulos de crédito antológicos se bastaron para seducir a una generación de televidentes que, a la vez, éramos furibundos cinéfilos. Pero la segunda temporada fue minando poco a poco el hechizo, retorciendo en exceso tramas, desnudando la gratuidad de sus elementos grotescos y, sobre todo, dejando bien claro que sus responsables no tenían muy claro hacia dónde tirar. Y sin embargo no dejé de ver uno solo de sus capítulos y me traumatizó que la serie se suspendiera dejándonos a los aficionados con un cliffhanger de antología. Seguir leyendo

Publicado en Televisión | Etiquetado , , | Deja un comentario

Primera parada en Balzac

Retrato de Balzac a partir de un daguerrotipo de Bisson Yo creía haber leído a Balzac. Amante de la gran novela del XIX como soy (fue mi segundo amor, tras los libros de aventuras de los Verne y Stevenson, y antes de descubrir el vasto campo de la literatura fantástica), por supuesto lo había catado, mas en pequeñas dosis, quizá porque, he de reconocerlo, siempre he sido antes anglófilo que francófilo, por lo que mi conocimiento de los Stendhal, Flaubert o Zola es pequeño en comparación con el que tengo, por poner algunos ejemplos, de Jane Austen, las hermanas Brontë, Dickens o el anglo-americano Henry James. Había picoteado aquí y allá, ciñéndome ante todo a las numerosas novelas cortas del francés (de una de ellas, El coronel Chabert, sí había hablado en este blog), pero solo ahora, que he pasado varias semanas devorando con ansiedad libros de y sobre Honoré de Balzac, es cuando comprendo que, en realidad, no lo había leído. Leer a este autor con cuentagotas y sin continuidad, separando en años los regresos a su obra, significa hacerse una idea muy reducida de su grandeza. A pequeñas dosis, Balzac parece un escritor «normal»: su estilo se nos antoja desaliñado; en unos momentos se vuelve en exceso prolijo, pero en otros se echa en falta una mayor profundización; diríase (y teniendo en cuenta la increíble cantidad de todo lo que escribió) que el autor se lanza a redactar un libro sin tener un plan profundo, dejando que los personajes y las incidencias vayan brotando de su pluma como si fueran surgiendo de improviso, dando vueltas aquí y allí, incurriendo muchas veces en la digresión innecesaria. Pamplinas. La grandeza de Balzac no está en el método: está en la capacidad para componer, y no soy original al decirlo, claro, un universo social y moral (que denominó La comedia humana) cuya vastedad deja sin aliento a poco que uno comience a visitarlo. Y es que, como en el caso de Henry James, creo que se necesitarían varias vidas para conocer cada uno de sus planetas. Seguir leyendo

Publicado en Autores | Etiquetado , , , , , | Deja un comentario

El resucitado de México

El gran director Luis BunuelEn el festival de Cannes de 1951 se produjo una resurrección. Aquel director español asociado a los surrealistas que, junto con su compatriota Salvador Dalí, había escandalizado en el París de finales de los años veinte con dos largometrajes que se ganaron las iras de los más conservadores (Un perro andaluz y La edad de oro), y de quien se había perdido la pista cuando primero su país y después el mundo entero enloquecieron, de pronto estrenaba una película que, para variar, generaba una enorme polémica. El director era Luis Buñuel; la película, Los olvidados. Se supo entonces que, tras un intento de aclimatarse profesionalmente en los Estados Unidos saldado con el fracaso, había marchado a México para integrarse en su industria e incluso había obtenido allí la nacionalidad. Tras un par de insulsas películas, por fin había podido realizar una obra personal, la que ahora presentaba en Francia, que se había ganado el rechazo general en su país de adopción (entre todo el mundo, a la izquierda y a la derecha) por la mala imagen que ofrecía de él. En Europa inicialmente también desubicó a los críticos, sobre todo a los relacionados con el entonces muy influyente Partido Comunista, puesto que echaban en falta la necesaria ortodoxia ideológica (esa que a Buñuel siempre le trajo sin cuidado). Habría de ser una reseña entusiasta de Vsevolod Pudovkin, todavía uno de los realizadores soviéticos más prestigiosos, para que llegaran las reivindicaciones en cadena, comenzando por la concesión del premio al mejor director en ese festival. Luis Buñuel había regresado, y esta vez era para quedarse. Y enseguida demostró que todas las promesas que había encerrado alguna vez tenían un fondo de realidad, cuando en los años siguientes ofreció un elevado número de grandes películas en ese país humilde al que, cinematográficamente, puso en el punto de mira. Seguir leyendo

Publicado en Autores | Etiquetado , , , , , , , | 2 comentarios

Cuentos de cine sobre los hermanos Grimm

Cartel hispano de El maravilloso mundo de los hermanos GrimmUna demostración evidente de que no debí superar nunca la inconsciente felicidad de la infancia es que no he dejado de venerar los cuentos de hadas. Fueron mis primeras lecturas —incluso en tebeo: recuerdo vagamente ediciones en pasta dura de El gato con botas o La bella durmiente que releía una y otra vez— y sin duda estarán entre las últimas. A uno de sus grandes autores, Hans Christian Andersen, lo tengo, y no es boutade, por uno de los mejores narradores de todos los tiempos. Me fascina en especial constatar cómo cambian las versiones de un mismo cuento a través de la historia. Por ejemplo, leer La bella durmiente en su primera versión en el Pentamerón (una recopilación italiana del siglo XVII), en Perrault y en los siempre mucho más sobrios hermanos Grimm resulta una experiencia apasionante: he aquí que, en el primero de estos libros, el príncipe encantador, antes de despertarla, la posee sexualmente y el resultado es un alumbramiento de gemelos (con razón el género ha merecido siempre el interés de las mentes perversas…). Mi devoción por los cuentos de hadas se extiende a la persona de quienes los escribieron: de Andersen, ya lo he dicho, y de los dos fraternales escritores que abordo en este artículo, Jacob y Wilhelm, los hermanos Grimm, seguramente los principales responsables de la popularización de los cuentos tradicionales como parte fundamental de ese mito burgués que es el de la infancia feliz. En concreto, voy a hablar de los dos muy diferentes acercamientos que ha hecho Hollywood a sus figuras, ambos abiertamente fabulescos pero muy diferentes entre sí, ninguno plenamente logrado pero los dos dotados de gran interés, sobre todo por su empeño de despertar una simpatía natural hacia estos dos hermanos de los que es difícil que haya alguien que no les deba algún momento, directo o indirecto, de felicidad. Seguir leyendo

Publicado en Para "niños" | Etiquetado , , , , , | 2 comentarios

Ensoñaciones británicas de Alan Davis (I): Alan Moore y Capitán Britania

I        II       III

Ilustracion de Alan Davis para la reedicion en color de Capitan Britania

Alguna vez he escrito que el genial artista gráfico Alan Davis es el Robert Louis Stevenson del cómic. Como Stevenson, y sin que se note esfuerzo alguno, Davis impregna sus historias de una sobrenatural fluidez narrativa con la que consigue que cualquier cosa que cuente posea un interés mayúsculo. Como Stevenson, es un autor con un mundo propio, reconocible en el acto, que sin embargo se presenta bajo la modesta vitela del artesano que se conforma con «contar historias». Olvidamos demasiado deprisa que muchos creadores (de la ficción en general: cine, literatura y tebeo) que se han labrado un prestigio como autores serios y profundos tienen su mayor enemigo en las dificultades que tienen para dar ese primer paso imprescindible en todo autor, incluso en los serios y profundos: ganarse el interés del lector de tal manera que el tiempo parezca que no pasa mientras nos asomamos a sus propuestas. Ahora bien, por encima de todo, el vínculo que une a Davis y a Stevenson es el sobrenatural encanto que desprenden sus obras, esa cualidad que es tan difícil de definir pero que se aprecia al instante. Los tebeos de Alan Davis transmiten un placer irresistible. Al asomarnos a sus páginas uno siente deseos de quedarse a vivir en ellas: en mi caso, no tengo dudas, daría una vida (de ficción, claro) por tener por casa el faro que el grupo de mutantes Excalibur convertía en su cuartel general. Davis pertenece a una misteriosa escuela de artistas (a la que pertenecen él y Stevenson, y Jacques Tourneur y Fritz Lang y Cary Grant y Tiziano y, por fortuna, muchos más) cuya facilidad para trasladarnos a sus mundos es mágica. Artistas cuyo esfuerzo, tan grande como el que más, no se nota. Cuyo talento se caracteriza, ante todo, por la armonía, por la capacidad de hacernos creer, en tan solo un segundo, que el mundo se ordena tal y como ellos nos muestran. Son creadores que diríase que no tuvieron que aprender su oficio. Que, como en el mito platónico, únicamente han de recordar lo que ya estaba dentro de ellos. Seguir leyendo

Publicado en Superhéroes Marvel | Etiquetado , , , , , | Deja un comentario

En Corsario Rojo, Novelar la terribilità: Sandokán

Corsario Rojo, revistaHace unos meses tuve ocasión de entrar en contacto con los responsables de un par de publicaciones, vinculadas entre sí, realizadas al otro lado del mar, en Argentina: la página web Kalewche, de periodicidad semanal, y la revista en PDF Corsario Rojo, que aparece cada cuatro meses. Ambas comparten espíritu e intereses (realizar un recorrido por la política, el pensamiento y la cultura), aunque la primera, por su carácter semanal de modo más apegado a la actualidad y la segunda con un propósito más académico, con artículos de muy superior extensión. Las dos dotadas por igual de un extraordinario interés y de una calidad considerable, de modo que para mí es un honor que sus responsables principales, Federico Mare y Ariel Petruccelli, me hayan pedido colaboraciones en ambos medios.

En concreto, acabo de publicar en el número cinco de Corsario Rojo, correspondiente a la primavera austral de 2023, un extenso artículo en el que abordo, nunca mejor dicho, el personaje de Sandokán, máxima creación del gran escritor italiano Emilio Salgari, desgranando una por una las once novelas que componen su ciclo, que se extendió a lo largo de casi tres décadas, desde 1883 a 1911. A algunos lectores de mi blog les resultará familiar este contenido, porque ya había publicado en varias entregas este recorrido por la saga del pirata malayo. Lo que hecho, a petición de los editores —interesados por el tema de la aventura en el mar, tal como indican los títulos de las dos publicaciones (Kalewche es el nombre de un buque fantasma de la tradición chilena)—, ha sido revisar minuciosamente los artículos originales, corrigiendo aquellas informaciones que he podido actualizar, y dotar al conjunto de una unidad mayor. En mi opinión, el resultado es mucho mejor, por lo que, aparte de por la imprescindible vanidad propia, lo recomiendo a aquellos interesados en el escritor y el personaje, de quienes no hay tanta información, en español, como creo que merecen, de ahí que me sienta especialmente contento de esta pequeña aportación, esperando, como siempre, que su lectura anime a la revisión, o al descubrimiento, de semejantes joyas de la literatura universal.

El enlace conduce al índice de la revista. A su vez, pulsando en cada uno de sus artículos, se puede descargar el PDF en cuestión.

Sandokán en Corsario Rojo

Publicado en Sandokan | Etiquetado , , , | Deja un comentario

Napoleón en Kalewche

Poster espanol de NapoleonLa excelente página web Kalewche, realizada con periodicidad semanal en Argentina bajo la dirección de Federico Mare y Ariel Petruccelli, ha tenido la generosidad de publicarme una crítica sobre la reciente y ya polémica Napoleón, de Ridley Scott (más generosa aún es la presentación, y recomendación, que hacen de este blog, que agradezco infinitamente). Debo decir que me han divertido (también ilustrado, claro) las múltiples diatribas dirigidas contra ella por historiadores y especialistas, señalando el aluvión de errores, falsedades, arbitrariedades y estupideces con que aborda la figura del conquistador francés. A mí la película no me ha gustado pero, como razono en la crítica, si no lo ha hecho es por razones estrictamente  cinematográficas: aun no conociendo nada sobre Napoleón, lo cual, claro, es imposible (menudo profesor de Historia que sería), esta versión me habría parecido igualmente mediocre. Es una cuestión de cine. Un guion flojo (aunque partía de un planteamiento dramático que permitía no dispersarse ante una figura ante la que asusta el aluvión de episodios que protagonizó, la historia de amor con Josefina), un actor inadecuado (para mí malo, pero sé que Joaquin Phoenix gusta bastante), un director pésimo (supuesto especialista en este tipo de «grandes temas», al que creo que solo le estimulan las posibilidades de juego con la tecnología digital), una apariencia visual fea a más no poder (por la razón anterior: la alteración de la imagen en la posproducción está siendo nefasta para el cine), un sentido del ritmo nulo, unos personajes históricos que se pasean sin dejar la menor huella (como el protagonista, a todo esto) y un largo etcétera son las razones que alego. Confieso que, conociendo otros mamotretos históricos de Ridley Scott (Gladiator, El reino de los cielos, El último duelo…) no esperaba gran cosa, pero mi interés por Napoleón me llevó a la sala, lo prometo, con la esperanza de que el resultado contradijera mis expectativas. Pero no. Será encomiable que el director siga activo a sus ochenta y tantos años, pero después de haber visto 18 de sus 27 largometrajes, creo que solo tiene una realización a la altura de su prestigio, la de la ya lejana Alien, el octavo pasajero (1979), que fuera su segundo trabajo. El resto me parece discreto, malo o muy malo, e incluyo, por desgracia, una de las películas imprescindibles de mi vida, Blade Runner (1982), puesto que me parece que su realización es de las pocas cosas mejorables de tan fascinante film, hasta tal punto que creo que, en esta faceta, la tardía secuela de Denis Villeneuve es muy superior. Pero basta de introducción y vayamos al enlace.

Napoleón, crítica en Kalewche

Publicado en Cine e Historia | Etiquetado , , , | 2 comentarios