Publico en el blog literario Recuerda que has leído una breve reseña sobre una novela de uno de los autores fundamentales, sino el que más, de mi vida como lector: Robert Louis Stevenson. Se trata ya de un viejo conocido de este blog —hace un par de veranos quedé atrapado durante largas semanas por la magia de su obra—, y aunque parezca mentira, me resulta difícil volver sobre él, porque Stevenson es uno de estos autores sobre los que no se piensa: se los lee. Creo que habrá pocos creadores de vocaciones lectoras más poderosos que él, y parte de su magia estriba en que aun cuando, como todos, su nombre se asocia antes que nada a obras concretas (La isla del tesoro, El doctor Jekyll y Mr. Hyde), cualquier otro ejemplo de su prolífica carrera resulta igualmente deslumbrante: Stevenson no tiene eso que, con condescendencia, se llama «obra menor»; todo en él es grande. Precisamente mi artículo aborda una de sus novelas menos conocidas, La flecha negra. Publicada poco después de La isla del tesoro (con la que comparte el protagonismo de un intrépido muchacho embarcado en una aventura irresistible), se sitúa en el escenario de la Guerra de las Dos Rosas, y une los elementos típicos del autor (el encanto de los personajes, la fluidez narrativa, la inventiva argumental, el romanticismo y la feliz distensión sin olvidar, nunca, el lado sombrío de toda peripecia aventurera) con la gracia de la reconstrucción medieval, que incluye desde apariciones especiales del famoso Ricardo III (aunque no grita «¡Un caballo! ¡Mi reino por un caballo!») a un trasunto del mítico Robin Hood. Una delicia absoluta.
En Recuerda que has leído: La flecha negra
Si el lector siente deseos por leer más del autor o sobre otras de sus obras, los siguientes enlaces llevan a antiguos artículos del blog cuya primera pretensión es justo esa: ganar más habitantes para el planeta Stevenson.
– Stevenson, el escocés errante
– Las mil y una noches en Londres, por Stevenson
– Robert Louis Stevenson en los Mares del Sur