El puro placer de contar: Conan o la ética de la verdadera civilización
En este último año he volcado en muchos artículos mi admiración e intenso cariño por el cimerio Conan, el inmortal personaje de Robert E. Howard (popularizado por tebeo y cine como Conan el bárbaro), y no solo en mi blog sino en algún otro de los rincones de este universo virtual que habitamos todos. Ahora es la estupenda revista Café Montaigne la que se hace eco de esta debilidad, al publicar el primero de los artículos que le dediqué al asunto, en mayo del año pasado. Lo he revisado y editado, intentando concentrar mejor mi visión sobre la creación de Howard, de tal modo que espero haberlo mejorado. Quien lo desee comprobar, o sencillamente acercarse por primera vez a este personaje que encierra unos considerables valores literarios y éticos, lo tiene al alcance en este enlace. Y ya puestos, invito al visitante a quedarse un rato en los salones de este acogedor café, escuchando esa envolvente música con que, nada más entrar, invita a leer sus contenidos, y a pasear por sus ya incontables salas, donde encontrará los más variados placeres para la mente y los sentidos